Este ejercicio además de ayudarte a adelgazar inhibe el apetito

El ejercicio interválico de alta intensidad (H.I.I.T) se ha convertido en un hit de los gimnasios en los últimos años, pues no sólo te permite liberar adrenalina y aliviar las tensiones, estimula los músculos en corto tiempo y genera una importante quema de calorías.

Además el agotamiento después de una intensa sesión provoca que se disminuya el apetito, debido a la inhibición en la producción de la ghrelina, la hormona responsable del apetito.

“Es cierto que el hambre disminuye de manera aguda y no debe extrañarnos”, señala la doctora Irene Bretón, presidenta de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición.

La razón de que esto ocurra es porque el ejercicio de intensidad sitúa al cuerpo el condiciones similares a las de una situación de lucha o huida, en la que lo prioritario es dedicar los recursos metabólicos para ponerse a salvo, por eso es que la búsqueda de alimentos queda en segundo plano.

Sin embargo esto no quiere decir que si no te da hambre vayas a adelgazar más, pues comúnmente se cree que menos hambre y menos comida es igual a adelgazar, pero aunque se anule el apetito no es recomendable pasar más de 3 horas sin alimento.

Aunque no sintamos hambre, lo mejor es comer después de entrenar para aprovechar la ventana metabólica, que es el período que va de media hora a dos horas después de la actividad física en la que el cuerpo asimila mejor los nutrientes y acelera la recuperación.

Una pequeña ingesta al terminar la clase nos va a aportar un efecto saciante que hará que el hambre posterior sea menos.

Según la experta, esta hormona no actúa igual en todas las personas: “No podemos condicionar el éxito de una dieta a la acción de la ghrelina; pues la disminución del apetito también es determinada por la secreción de otras hormonas digestivas, como la GLP-1 y PYY, que se producen en la parte final del intestino delgado”.

Según resultados de un estudio realizado por varias facultades de Educación Física, Biología Celular y Medicina, tras realizar ejercicio durante 30 minutos se puede conseguir el efecto anorexígeno, que reduce el hambre hasta 90 minutos.

El H.I.I.T. en general disminuye la grasa total, la grasa abdominal y la visceral y aumenta la sensibilidad a la insulina, que provoca que el cuerpo se vuelva más eficiente a la hora de metabolizar los azúcares, que al no quemarse se transforma en grasa.

Sin embargo para mantener un peso adecuado es necesario asociar el ejercicio a una dieta equilibrada y con un control de calorías.