¿Has escuchado sobre el síndrome de piernas inquietas? ¿Has escuchado sobre el síndrome de piernas inquietas? Es un trastorno un tanto común, ya que este síndrome de las piernas inquietas es un mal que afecta a millones de personas en el mundo. Este trastorno es muy peculiar ya que la personas sufren una ansiedad de mover las piernas, muchas de las veces inconscientemente acompañado de una comezón en la piel. Cuando es muy avanzado los síntomas suelen ser molestos ya que pueden provocar quitar el sueño o tener que dejar de hacer las actividades cotidianas por el problemas de las piernas. Los síntomas varían de una persona a otra en su intensidad y no hay un diagnóstico generalizado sino una historia clínica individual. El tratamiento que suele administrarse son medicamentos, que muchas veces resultan caros y doloros y llegan hacer tediosos. Y después de un tiempo el cuerpo lo asimila y dejan de funcionar. Gracias a la ciencia y a los estudios se han determinado buenos resultados a base de la terapia con el ejercicio, esto quiere decir que si una persona tiene este síndrome, el ejercitarse lo podrá ayudar a mejorar gradualmente. Lo primero que se recomienda es dejar todas las bebidas con cafeína, un cambio de estilo de vida, y una rutina de ejercicio moderado, con series de estiramiento por la mañana y por la tarde. Según el Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares en Estados Unidos, no recomienda un entrenamiento intenso ya que podría empeorar los síntomas del síndrome. Como ya lo mencionamos un entrenamiento de leve estiramiento o ejercicios aeróbicos moderados servirán para estar más tranquilos, el yoga también es buen método de ayuda. Si bien el Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares advierte que los síntomas no los eliminará, si los podrá contrarrestar por largos periodos. Como suele pasar, a veces pensamos que solo tenemos algo pasajero, pero en realidad es un problema crónico u otro tipo de enfermedad que hay que ir a checar con un doctor. Si tenemos este “tic” por mucho tiempo lo más conveniente sería ir con un especialista.
