Conoce la verdadera historia del pozole ¡Te sorprenderá!

El pozole es uno de los platillos más populares de México desde la época prehispánica y uno de los más grandes legados que nos dejaron nuestros ancestros.

La palabra pozole proviene de la palabra náhuatl pozolli que significa hervido o espumoso, pues el maíz que se utiliza para su realización provoca espuma en el caldo.

El platillo era una ofrenda gastronómica servida en una ceremonia que se hacía en honor al dios de la primavera Xipe Totec en una plegaria por las buenas cosechas.

Para la realización del platillo se sacrificaba a un guerrero cautivo que había perdido el enfrentamiento contra guerreros mexicas, era desollado y desmembrado para ser cocido en un caldo de maíz.

En la sociedad prehispánica la carne significaba una ofrenda a los dioses y sólo podía ser comida por nobles, gobernantes, guerreros y sacerdotes.

El muslo derecho del guerrero siempre iba al palacio Huey Tlahtoani (gobernador), para expresar agradecimiento y respeto, ya que los muslos era la parte en donde ellos creían que se encontraba la carne con mejor sabor y textura; el muslo izquierdo y ambos brazos le pertenecían al guerrero que lo había capturado en batalla.

A su llegada los españoles prohibieron el consumo de carne humana y esta fue sustituida por carne de cerdo por ser lo más parecida a la humana en textura y sabor.

Al cambiar la carne humana por carne de cerdo se eliminó el sentido religioso del platillo y ya podía ser consumido por cualquier persona sin importar su clase social.

En aquellos tiempos el pozole también era un alimento que se servía en los funerales a diferencia de la actualidad en la que suele usarse para los festejos.

Este platillo ha tenido diversas modificaciones en los ingredientes a lo largo de la historia, se han cambiado dependiendo de cada región del país.

En el estado de Guerrero suelen preparar el pozole blanco y verde, mientras que en la Ciudad de México, Sinaloa, Nayarit y Jalisco se consume más el rojo.