Así se viven en Colombia las amenazas de intervención militar a Venezuela

Los vientos de guerra entre dos naciones hermanas han vuelto a oírse, pero más allá de los cruces de palabras en las más altas instancias, ¿cómo ve la opinión pública la posibilidad de una confrontación armada?

Así se viven en Colombia las amenazas de intervención militar a Venezuela

Soldados colombianos durante una operación en la frontera con Venezuela. 13 de febrero de 2018.

“Una guerra con Venezuela podría durar solo dos días, pero las consecuencias, cien años”. La frase es del expresidente colombiano Alfonso López Michelsen y ha vuelto a escribirse en los diarios de ese país.

La razón es sencilla: la idea de la intervención militar a Venezuela empieza a empapar la opinión pública en territorio neogranadino gracias al discurso del embajador colombiano en EE.UU., Francisco Santos, y el respaldo expreso de la administración estadounidense, ratificado esta semana por Donald Trump, quien aseguró que hasta las opciones “más fuertes” son consideradas por Washington para deponer al actual gobierno venezolano.

Aunque el presidente de Colombia, Iván Duque, trató de desescalar las palabras de su embajador alegando que su país “no tiene espíritu belicista”, indicó que su país “mantiene la firmeza” para denunciar la supuesta “dictadura” que hay en Venezuela.

Pero más allá del clima de opinión, la sociedad colombiana no le ha dado luz verde a las amenazas de una confrontación armada. Políticos, intelectuales y activistas sociales han alzado la voz para criticar una guerra en ciernes justo cuando la paz, tan recientemente firmada con la extinta guerrilla con las FARC, cada día da más signos de fragilidad.

Las claves

Las alarmas sobre la eventual preparación de Colombia para una confrontación armada no surgieron únicamente de los voceros del gobierno, sino también por las cuentas. El anuncio de un incremento presupuestario para gastos en Defensa por parte de la administración de Duque levantó las sospechas.

La representante a la Cámara por Bogotá, Juanita Goebertus, manifestó esta semana su preocupación por la propuesta de modificación presupuestaria efectuada por Duque, que constituye “un aumento de 53%” con respecto al año pasado, mientras se reducen en casi la misma proporción los recursos destinados a cumplir el acuerdo de paz en los temas de desarrollo rural.