¿Qué pasa con Balenciaga? Lo que hay que saber de la controversia de pederastia tras campaña con niños ¿Qué pasa con Balenciaga? Lo que hay que saber de la controversia de pederastia tras campaña con niños Desde que Demna se convirtió en director artístico de Balenciaga en 2015, la legendaria marca se ha convertido en imán de controversias, a menudo intencionadamente. Véase: la reinvención de la bolsa de la compra de 99 centavos de IKEA como un artículo de lujo, la adición de tacones a los Crocs, las zapatillas destruidas que se venden por 1850 dólares, el atuendo de Kim Kardashian con una media negra de pies a cabeza para la Gala del Met, y el desfile con modelos que parecían refugiados llevando en la pasarela bolsas de basura hechas de cuero caro. La indignación provocada por esos momentos a menudo parecía ser su único objetivo. Cada uno de ellos no hizo más que reforzar la reputación del Balenciaga dirigido por Demna como una marca que obliga a los consumidores a lidiar con el significado mismo del “gusto”. Ahora, sin embargo, el lanzamiento de dos nuevas campañas de Balenciaga, que es propiedad de Kering, el conglomerado de lujo francés dueño de marcas como Gucci y Saint Laurent, ha llevado el oprobio del público a un nuevo nivel. Una de las campañas incluía fotos de niños con bolsos que parecían osos de peluche con accesorios de bondage (ataduras eróticas). Otra campaña presentaba fotos que incluían documentación sobre las leyes de pornografía infantil. Juntas, encendieron una tormenta que viajó desde internet hasta Fox News, alimentada por las acusaciones de que Balenciaga aprobaba la explotación infantil. La polémica se ha convertido en una de las colisiones más explícitas de la cultura de internet, la política, la moda y las teorías de la conspiración hasta la fecha. El 28 de noviembre, casi dos semanas después de que empezara a gestarse la tormenta —y tras una serie de disculpas en Instagram que no lograron aplacarla— la marca emitió un comunicado en el que admitía “una serie de errores graves de los que Balenciaga se hace responsable”. La casa de moda anunció que se realizaban “investigaciones internas y externas” y “nuevos controles” y dijo que se estaba poniendo en contacto con “organizaciones especializadas en la protección de los niños y cuyo objetivo es acabar con el abuso y la explotación infantil”. “Queremos aprender de nuestros errores e identificar formas de contribuir”, decía el comunicado. ¿Qué pasó primero? Las repercusiones comenzaron el 16 de noviembre, cuando Balenciaga publicó una campaña llamada Balenciaga Gift Shop. Fue fotografiada el mes pasado por Gabriele Galimberti, un fotógrafo documentalista italiano cuyo trabajo se centra en las historias que nuestras cosas cuentan sobre nosotros mismos. Galimberti ya había hecho un libro con imágenes de niños con sus juguetes, pero nunca había hecho una campaña de moda. Sus fotografías mostraban a seis niños agarrando bolsos de osos de peluche destruidos, que ya se habían presentado en el desfile de primavera 2023 de la marca en París. Los esponjosos peluches tenían los ojos amoratados, tops de rejilla y arneses de cuero; a su alrededor se exhibían copas de vino y otros artículos de regalo. Según Galimberti, tanto los objetos como los niños y el lugar elegido para la sesión habían sido seleccionados por Balenciaga, con la presencia de numerosos miembros del personal durante los dos días de fotografía. Poco después de que la campaña de Gift Shop se publicó en internet, comenzó una oleada de indignación contra las imágenes que combinaban niños con lo que parecía parafernalia de bondage. Cinco días más tarde, el 21 de noviembre, Balenciaga lanzó por separado su campaña publicitaria Garde-Robe 2023. Los usuarios de las redes sociales ampliaron las imágenes de la campaña que parecían mostrar, como utilería, papeles de una decisión de la Corte Suprema sobre leyes de pornografía infantil. Espera, ¿había dos campañas publicitarias diferentes? Sí. La campaña de Garde-Robe —en la que participaron Nicole Kidman, Isabelle Huppert y Bella Hadid como modelos— se rodó en julio, meses antes de la campaña de Gift Shop, y tuvo lugar en un entorno de oficina. Los atuendos de la campaña se presentaron en un desfile en mayo de 2022 en la Bolsa de Nueva York. En una de sus imágenes, un bolso Balenciaga x Adidas Hourglass de 3000 dólares aparecía sobre un escritorio junto a copias impresas del fallo de 2008 de la Corte Suprema en el caso Estados Unidos contra Williams. El caso examinó si las leyes que prohíben el “proxenetismo”—promoción— de la pornografía infantil restringen los derechos de libertad de expresión de la Primera Enmienda. Otros objetos de utilería de la campaña Garde-Robe eran los libros The Cremaster Cycle de Matthew Barney, que apareció junto con una exposición del artista en el Museo Guggenheim, y As Sweet as It Gets del pintor belga Michaël Borremans, cuya obra se ha expuesto en la galería David Zwirner. La galería ha descrito los cuadros de Borremans como de “niños pequeños participando en actos lúdicos pero misteriosos con matices siniestros e insinuaciones de violencia”. Algunas críticas han incluido imágenes de ambas campañas de forma que sugieren que son una misma cosa. Una usuaria de Twitter que compartió fotos de las dos sesiones escribió: “la marca ‘Balenciaga’ acaba de hacer una eh… interesante… sesión de fotos para sus nuevos productos hace poco que incluía un documento judicial muy mal escondido a propósito de ‘porno infantil virtual’. cosas normales”. Ese tuit, entre otras publicaciones, suscitó acusaciones de que Balenciaga estaba promoviendo una “campaña de pornografía infantil” y glamurizando la violencia contra los niños. Internet está lleno de trolls. ¿Por qué se desató esta polémica? A medida que se extendieron en línea las críticas a las campañas, la historia fue recogida por los medios de comunicación de derecha, entre ellos el periódico The New York Post y el programa de Fox News en horario de máxima audiencia Tucker Carlson Tonight. El programa ha ayudado a dar a conocer y a generalizar QAnon, la teoría de la conspiración en Internet que asegura que “un grupo de élites adoradoras de Satanás que dirigen una red de prostitución infantil están tratando de controlar nuestra política y los medios de comunicación”. “Aquí ven a una gran marca internacional de venta al por menor que promueve la pornografía infantil y el sexo con niños”, dijo Carlson a los espectadores el 22 de noviembre, “y no lo promueve sutilmente, sino a la vista de todos”. ¿Cómo respondió Balenciaga? Las primeras respuestas de la marca a las reacciones negativas se produjeron el 24 de noviembre, cuando se disculpó por la campaña Gift Shop y prometió retirar los anuncios de sus canales de redes sociales. “Pedimos sinceras disculpas por cualquier ofensa que haya podido causar nuestra campaña navideña. Nuestros bolsos de peluche no deberían haber aparecido con niños en esta campaña. Hemos retirado inmediatamente la campaña de todas las plataformas”, decía un comunicado publicado en la cuenta de Instagram de Balenciaga el 24 de noviembre. Horas más tarde, una segunda disculpa abordando la campaña de Garde-Robe se publicó en las Historias de Instagram de la marca. “Nos disculpamos por mostrar documentos perturbadores en nuestra campaña”, decía el comunicado. “Nos tomamos este asunto muy en serio y estamos tomando medidas legales contra las partes responsables de crear el escenario e incluir artículos no aprobados para nuestra sesión de fotos de la campaña de Primavera 23. Condenamos enérgicamente el abuso infantil en cualquiera de sus formas. Defendemos la seguridad y el bienestar de los niños”. El 25 de noviembre, Balenciaga presentó en un tribunal de Nueva York una demanda de 25 millones de dólares contra la productora North Six y Nicholas Des Jardins, quien diseñó el decorado de la campaña de Garde-Robe. (North Six había producido campañas anteriores de Balenciaga; otros clientes son Dior y Zara, según su sitio web. El trabajo reciente de Des Jardins incluye el caballo de discoteca de la portada de Renaissance de Beyoncé). El documento —un citatorio con notificación— alegaba que la productora y el escenógrafo incurrieron en “actos y omisiones inexplicables” que fueron “malintencionados o, como mínimo, extraordinariamente imprudentes”. En efecto, la marca afirmaba que los documentos se habían colocado en las fotografías de la campaña sin su conocimiento y habían dado lugar a falsas asociaciones entre Balenciaga y la pornografía infantil. Cuando The New York Times se puso en contacto con ellos, North Six —que gestiona los detalles de la producción, como el cátering, los permisos y el equipo— declinó hacer comentarios. Ver esta publicación en Instagram Una publicación compartida por Balenciaga 🕊 (@balenciaga) Entonces, ¿de dónde salió la copia de la decisión de la Corte Suprema? ¿Quién aprobó su uso como utilería? Los documentos procedían de “numerosas cajas” alquiladas a una casa de utilería, escribió un abogado de Des Jardins, el escenógrafo, en un comunicado por correo electrónico. Pero se suponía que todos eran “documentos de oficina falsos”, dijo Balenciaga en su comunicado del 28 de noviembre: “Resultaron ser documentos legales reales que probablemente procedían del rodaje de un drama televisivo”. Balenciaga, que tuvo las imágenes en sus manos durante meses antes de su publicación, calificó la inclusión de la página de la Corte Suprema de “no aprobada” y “resultado de una negligencia imprudente”. La abogada de Des Jardins, en su comunicado, dijo que “ciertamente no hubo ningún plan malévolo”. Los representantes de Balenciaga estaban en el plató durante la sesión fotográfica, “supervisándola y manejando papeles y otros accesorios, y Des Jardins, como escenógrafo, no era responsable de la selección de imágenes”, escribió. (Su cliente, reiteró también, no tuvo ninguna participación en la otra campaña de Gift Shop). En última instancia, la selección de imágenes habría recaído en la marca, que en su declaración del 28 de noviembre dijo que asumía “la plena responsabilidad por nuestra falta de supervisión y control” y que “podría haber hecho las cosas de otra manera”. ¿Ha demandado Balenciaga también al fotógrafo de la campaña Gift Shop? No. Galimberti no tuvo nada que ver con la campaña de Garde-Robe. Tampoco tomó la decisión de presentar a los niños con los bolsos de oso en la campaña Gift Shop. Dijo que Balenciaga le había dicho que el tema del rodaje era “punk”. Balenciaga, en su declaración del 28 de noviembre, dijo: “Nuestros bolsos de peluche y la colección Gift no deberían haber sido presentados con niños. Fue una elección errónea por parte de Balenciaga, combinada con nuestro fracaso en la evaluación y validación de las imágenes. La responsabilidad de esto recae únicamente en Balenciaga”. En otras palabras: no hay que culpar al fotógrafo. Pero el matiz se perdió en medio del calor de la reacción. Desde que se publicaron las imágenes de la campaña Gift Shop, Galimberti dijo que le han llovido correos de odio y amenazas de muerte, que le han cancelado trabajos y que se han publicado en internet datos personales, incluido su número de teléfono. “En este momento, nadie quiere estar asociado con mi nombre porque mi nombre se asocia con la palabra pedofilia en todas partes”, dijo Galimberti. “Llevo 25 años trabajando en mis proyectos personales, y luego todo queda destruido por esta campaña. No duermo bien. Mi familia está completamente preocupada”. ¿Qué pasará después? Las repercusiones a largo plazo están por verse, pero ya la publicación especializada Business of Fashion revocó el 28 de noviembre un premio que tenía previsto conceder a Demna, diciendo que tenía “la seguridad de los niños en la más alta consideración”. En Estados Unidos, donde se encuentra el mayor mercado de lujo del mundo, el daño a la reputación resultado de esta tormenta podría ser sísmico para Balenciaga, una marca que está más acostumbrada a ser alabada por su capacidad de aprovechar el momento cultural que a ser criticada por sus errores. Aunque Kering no desglosa los ingresos anuales de Balenciaga, HSBC calcula que la casa de moda generó unos 1760 millones de euros, o 1810 millones de dólares, en ventas en 2021. A partir del lunes, no había bolsos de felpa de oso bondage a la venta en el sitio web de Balenciaga. Sin embargo, había un cuenco para perros con púas por 848 dólares; un trío de adornos para el árbol de Navidad, que incluía una chaqueta hinchable, una zapatilla y un bolso por 740 dólares; y un portavelas con forma de lata de refresco vacía por 625 dólares. La ira de las redes sociales se ha trasladado más allá de la marca para envolver a franjas de la industria mundial de la moda —incluyendo a las celebridades que a menudo son sus afiches— por no ser más abiertamente críticos con la provocativa estrategia de marketing de Balenciaga. ¿Están Ye o Kim Kardashian involucrados? Tal vez no sea sorprendente que Ye, el artista antes conocido como Kanye West, y Kardashian, su exesposa, se hayan visto involucrados en la controversia; ambos han tenido relaciones de larga data con Demna y Balenciaga. Balenciaga puso fin a su relación profesional con Ye días después de rodar la campaña de Gift Shop el mes pasado debido a los comentarios incendiarios y antisemitas del rapero y diseñador de moda realizados durante y después de la Semana de la Moda de París. Aun así, Ye mencionó la polémica sobre las campañas de Balenciaga el 26 de noviembre mientras hablaba con los paparazzi. “No se ve a ningún famoso hablando de la situación de Balenciaga”, dijo. Kardashian, una de las celebridades más poderosas del mundo, desfiló en la pasarela de alta costura de Balenciaga en julio y ha atribuido ampliamente a Demna el mérito de haberle ayudado a remodelar su estilo personal tras su divorcio. El 27 de noviembre, dijo que estaba “reevaluando su relación” con la marca después de ser criticada por no haber hecho un comentario antes. “Como madre de cuatro hijos, me han sacudido las imágenes perturbadoras”, escribió Kardashian en Twitter. “La seguridad de los niños debe ser tenida con la más alta consideración y cualquier intento de normalizar el abuso infantil de cualquier tipo no debería tener lugar en nuestra sociedad. Punto”. “Agradezco que Balenciaga haya retirado las campañas y se haya disculpado. Al hablar con ellos, creo que entienden la gravedad del asunto y tomarán las medidas necesarias para que esto no vuelva a ocurrir”, añadió. Kanye West rompe el silencio respecto a polémica de Balenciaga; “Las celebridades están controladas” El rapero y empresario estadounidense, Kanye West, fue entrevistado afuera de lo que parecería ser una iglesia y habló respecto a la polémica que hay en contra de una de las marcas de la que fue colaborador. Esta no es la primera vez que West menciona a Balenciaga, sino que en días pasados un grupo de paparazzis entró a sus oficinas en donde tenía varias prendas de la marca, las cuales, vendería a 20 dólares para que las personas tengan al acceso a “lo mejor”, menciona en el video. Balenciaga culpa a la productora por la perturbadora campaña vinculada a la pornografía infantil y le exige USD 25 millones La casa de moda Balenciaga de Kering SA está exigiendo una compensación de al menos 25 millones de dólares a la productora que estuvo detrás de una campaña publicitaria que ha convertido a la marca de lujo en blanco de duras críticas al comienzo de la temporada de compras navideñas. La compañía presentó una demanda el viernes en la Corte Suprema del estado de Nueva York en Manhattan alegando que la productora North Six Inc. y el escenógrafo Nicholas Des Jardins usaron documentos relacionados con un caso de pornografía infantil en fotos de la campaña publicitaria sin permiso, según reseñó el medio estadounidense Bloomberg. La demanda alega que el uso de los documentos generó una “asociaron falsa” que afectaron “horriblemente a Balenciaga con un tema repulsivo y profundamente perturbador”. En la publicidad, dos niñas posan con osos de peluche que parecen llevar arneses de estilo BDSM, el grupo de prácticas eróticas que incluye Bondage, Disciplina, Dominación, Sumisión, Sadismo y Masoquismo. Los polémicos anuncios retirados publicitaban la colección Primavera/Verano 2023 de Balenciaga, que debutó este otoño en la Semana de la Moda de París. Se llama Balenciaga Gift Shop y muestra a niños pequeños vestidos con la línea Balenciaga Kids. “Nos disculpamos sinceramente por cualquier ofensa que haya podido causar nuestra campaña navideña. Nuestros bolsos de peluche no deberían haber aparecido con niños en esta campaña. Hemos retirado inmediatamente la campaña de todas las plataformas”, escribió la empresa dirigida por Demna Gvasalia ha ofrecido disculpas en un comunicado publicado en su Instagram Story.
