Estallan en Cuba contra el gobierno y exigen “libertad”

El régimen del presidente cubano Miguel Díaz-Canel sufrió ayer el más fuerte desafío popular, con miles de personas tomando las calles de diversas ciudades al grito de: “Libertad”; “¡Basta!”, y “Abajo la dictadura”.

El estallido sin precedentes desde 1959 contra la revolución en nueve de las 14 provincias de Cuba, exhibió una creciente inconformidad social luego de más de 62 años de dominio del Partido Comunista de Cuba (PCC) y mostró la debilidad de Díaz-Canel, quien, tras asumir la presidencia en 2018, apenas el 19 de abril pasado asumió el control del PCC (con su antecesor, Raúl Castro, vigilante).

“La cosa está que arde en Cuba”, afirmó la disidente Berta Soler, principal dirigente de Las Damas de Blanco, grupo opositor creado en 2003 por parientes de presos políticos y que subsiste en la ilegalidad. En entrevista telefónica ayer, la mujer dijo que “en Díaz-Canel hay liderazgo débil. No sirve y es tan débil que [ayer] autorizó el uso de la fuerza de los revolucionarios contra los opositores, que somos pacíficos, no violentos. Son manifestaciones pacíficas de descontento con el régimen. Estamos indefensos, pero nadie va a dejar agredirse”, anticipó, al revelar que una de las medidas que el PCC y el gobierno adoptaron ayer para contrarrestar la sorpresiva avalancha de protestas dominicales fue “tumbar” el acceso a internet.

En consultas con otros disidentes, este diario logró confirmación independiente del apagón en internet. El dato de 9 provincias con actos antigubernamentales, unos más numerosos que otros, fue suministrado por fuentes de la Iglesia católica en Cuba. Por temor a represalias, otros opositores con los que este periódico habló ayer, y que viven en distintos rincones de la isla, pidieron el anonimato.

¿Cómo se explica entonces que miles de cubanos hayan salido a las calles de un extremo a otro de la isla?

La crisis del coronavirus

Las protestas de este domingo en la isla parecen ser el resultado de un hartazgo acumulado de la población que se ha acrecentado en los últimos meses tras una las mayores crisis económicas y de salud que ha vivido la isla desde el llamado “periodo especial” (la crisis a inicios de los 90 tras el desplome de la Unión Soviética).

El detonante de la actual situación parece ser, de hecho, una mezcla de la gravedad de la situación con el coronavirus y medidas económicas tomadas por el gobierno que han hecho cada vez más difícil la vida en Cuba.

La isla, que mantuvo la pandemia bajo control en los primeros meses de 2020, vio en las últimas semanas un rebrote que la ha llevado a colocarse entre los lugares con más casos registrados por cantidad de población en América Latina.

Solo el domingo, la isla reportó oficialmente 6 mil 750 casos y 31 muertes, aunque numerosos grupos opositores denuncian que las cifras no dan cuentan de la situación real y que muchos fallecimientos por Covid-19 son atribuidos a otras causas.

Durante la última semana, el país ha roto sus récords diarios de contagios y muertes, lo que ha llevado, según denuncias, al colapso de numerosos centros de salud.

La situación económica

Con el turismo prácticamente paralizado —uno de los motores de la economía cubana— , el coronavirus ha tenido un profundo impacto en la vida económica y social de la isla, a lo que se ha unido la emergencia de una creciente inflación, apagones, escasez de comida, medicamentos y productos básicos.

A inicios de año, el gobierno propuso un nuevo paquete de reformas económicas que, a la vez que aumentaron los salarios, dispararon los precios y economistas como Pavel Vidal, de la Universidad Javeriana de Cali, estiman que podrían subir entre el 500% y el 900% en los próximos meses.

Ante la falta de liquidez de divisas, el gobierno promovió desde el pasado año la creación de tiendas por monedas libremente convertibles, en la que se comenzaron a vender algunos alimentos y productos de primera necesidad disponibles en una moneda en las que no recibe sus salarios la mayoría de la población.

La pandemia ha sido también sinónimo de grandes colas para que los cubanos puedan comprar bienes como aceite, jabones o pollo y un tiempo los cortes de electricidad se han vuelto cada vez más frecuentes.

El acceso a internet

Antes de este domingo, la mayor protesta que había tenido lugar en Cuba después del inicio de la revolución de Fidel Castro tuvo lugar en agosto de 1994 frente al Malecón de La Habana.

Entonces, muchos cubanos en otras provincias ni siquiera supieron qué había pasado en la capital.

Casi 30 años después del conocido como “Maleconazo”, el escenario es muy diferente: pese que durante el gobierno de Fidel Castro el acceso a internet en la isla estuvo restringido, Raúl Castro dio pasos de apertura que conllevaron a una mayor conectividad en la isla.

Desde entonces, los cubanos han utilizado las redes sociales para denunciar su incomodidad con el gobierno al punto que han llevado en muchas ocasiones a las autoridades a responder en sus medios oficiales sobre lo que están comentado los cubanos en las redes.

Al día de hoy gran parte de la población, principalmente los jóvenes, tienen acceso a Facebook, Twitter e Instagram, que constituyen también sus principales canales de información ante el discurso oficial de los medios estatales.

El acceso a internet también ha llevado a la aparición de numerosos medios independientes que reportan sobre temas que no solían aparecer generalmente en los medios oficiales.

Las redes se han vuelto también el canal para que artistas, periodistas e intelectuales reclamen sus derechos o convoquen protestas.

Manifestantes en Little Havana, en Miami