Una frontera verdaderamente difícil para los emigrantes

Últimamente los migrantes son tema de constante debate. Los problemas que se están viviendo en el mundo debido a las grandes movilizaciones de gente que deja países en guerra es una de las mayores causantes.

Normalmente no se toma en cuenta el largo camino que estas personas han tenido que recorrer. Ni las cosas que han tenido que vivir para poder llegar a esa situación. Sin embargo, una frontera realmente peligrosa es aquella que se encuentra entre Panamá y Colombia.

Una extensa selva de más de 80 km de largo termina con cualquier tipo de carretera o camino y guarda en ella grandes peligros para quienes tienen el valor de atravesar por ella.

Desde la fauna silvestre hasta grupos armados rebeldes y narcotraficantes figuran de entre los peligros que amenazan con la vida de las personas que van en busca de un mejor futuro.

Inclusive, Panamá se encuentra en un estado estricto de lucha contra la migración por los constantes casos que hay de desaparición de personas y ataques a los grupos de emigrantes.

Aún así existen pocos afortunados que logran atravesar todo el terreno selvático hasta llegar a Panamá donde se encuentran con otros peligros como el hecho de que el presidente no permita siquiera el temporal paso de quienes buscan llegar más lejos de ahí y deben ser forzados a volver a la selva por donde regresaron, y esta vez sin un guía, ya que los colombianos que dirijan estos grupos de personas y sean encontrados por los militares que vigilan las fronteras.

Esto la convierte en una de las fronteras más complicadas y que registran mayor número de casos de desaparición, secuestro y muerte.