Sectas satánicas se apoderan de México

Las sectas satánicas o cultos diabólicos han estado atrayendo a más personas, con la finalidad de cambiar a otra religión ya que están clasificadas como “iglesias” donde adoran a Lucifer.

El personaje central al que se le da culto es a Satanás, deidad que se toma de la tradición judeo-cristiana y a una figura de mal absoluto en oposición a Dios.

En México, el satanismo no es una religión autóctona, sino más bien una una religión importada de los Estados Unidos y Europa y se puede clasificar en cuatro grandes categorías:

Se estima que en los últimos 20 años entre 30 y 35 millones de personas se han convertido en las más de 2,000 sectas de Latinoamérica y que de ellas, el 70% son mexicanos. Datos estiman que entre 6,000 y 8,000 personas son convertidas al día y más de 400 católicos abandonan su fe cada hora.

 

Iniciación informal

Este tipo de satanismo tiene vigencia desde la revolución contra-cultural de los años sesenta y es la más popular entre jóvenes  y adolescentes. Generalmente, son iniciados de manera informal a través de literatura, o rituales caseros.

 

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Las prácticas en este nivel tienen un énfasis más litúrgico y centrado en estudio de textos y libros profanos. El templo de Set en Londres es un ejemplo contemporáneo. A la par de otras creencias, esta clase de satanismo está protegida por la ley en países como Estados Unidos e Italia.

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Satanismo no tradicional

Las personas o grupos que se encuentran en esta categoría, fundan su ideología alrededor de la interpretación particular del satanismo de algún líder solitario. Son grupos pequeños y aislados por lo que no hay controles institucionales y escapan fácilmente a la detección de la comunidad.

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Satanismo tradicional

En este tipo de satanismo, la religión se propaga dentro del núcleo familiar, transmitiendo de una generación a otra a través de los años. Tiene influencias filosóficas clásicas luciferinas de autores como Albert Pike y Alester Crowley, entre otros.

 

Tortura, homicidios en el satanismo

Muchas sectas pasan a la violencia como medio de difusión para liberar la magia y complacer a los demonios. Por esto la tortura  de animales y ocasionalmente de personas, es un elemento presente con frecuencia en dichas ceremonias.