¿Se puede estornudar con los ojos abiertos? Estornudar es la reacción de nuestro sistema respiratorio para limpiándose de cuerpos ajenos a el, tales como partículas de polvo y otras que están en el ambiente. Durante años se ha cuestionado sobre la posibilidad de estornudar con los ojos abiertos y el porqué los cerramos al estornudar. La verdad es que los nervios responsables de la nariz son exactamente los mismos encargados de cerrar los ojos al estornudar y recibir otro tipo de agresiones a la nariz, como por ejemplo, las personas que se perforan la nariz para colocarse piercing, suelen pasar por sensaciones de lagrimeo y constante cerrar de ojos mientras son perforados. Existe un mito de que no puedes estornudar con los ojos abiertos, y que de ser posible podrías perderlos siendo expulsados de sus cuencas por ello, además de falso es cómico, ya que lo único que puede pasar es que: 1.- Nunca lo logres porque es una respuesta natural de tu cuerpo 2.- Seas de las pocas personas que pueden estornudar con los ojos abiertos Aún así, lo más recomendable es que no intentes hacerlo YA que el provocar estornudos puede ser nocivo para las vías respiratorias, pues nada en exceso es bueno. Al igual no es recomendable para la salud y el bienestar de tus ojos, estos sufren una pequeña alteración en la presión sanguínea y puedes provocarte una lesión. Lo mejor es nunca intentar las cosas que veas en internet, puedes terminar seriamente lastimado, ademas de terminar expuesto en internet. Foto: Brian Judd, 2009 En esta foto del 2009 se logró capturar un estornudo en progreso. La fotografía reveló que las gotas de saliva son arrojadas en un radio relativamente grande. Nos hace caer en cuenta la real necesidad de cubrir nuestras bocas al toser o estornudar para proteger a otros de los gérmenes expuestos. Ciertas enfermedades como la influenza y resfriados son causados por viruses que infectan la nariz, garganta y pulmones. La influenza, por lo general, se pasa de persona a persona cuando alguien con la infección estornuda o tose. Para evitar difundir enfermedades recuerda: Cubrir tu boca y nariz cuando tosas o estornudas. Lava tus manos frecuentemente. Evita tocar tus ojos, nariz y boca. Quédate en casa si te sientes enfermo. Practica otros buenos hábitos de salud.