¿Sabes lo que son los algoritmos? ¿Sabes lo que son los algoritmos? Un algoritmo es un código, un número, desde que buscas en google, redes sociales, hasta un sistema de seguridad o privacidad, todo tiene que ver con estos números. En la vida moderna los algoritmos nos han ayudado en nuestras vidas, facilitando tareas, haciendo los tiempos más cortos para resolver un problema, a encontrar pareja, trabajo, tomar fotos, ubicarnos en un mapa, etc, etc. ¿Ya te diste cuenta de lo importante que son? Ahora mismo cuando escribo y uso el programa para hacerlo está basado en algoritmos, así como la página y todo al rededor. Y como dicen: todo lo bueno tiene su parte mala, y los algoritmos no son la excepción, en especial si cedemos el control de nuestras decisiones. Según especialistas en finanzas de Pew Research Center, el mayor desplome que sufrió la libra en 2016 se debió en parte a operaciones computarizadas que funcionan con algoritmos. Claro ejemplo de dejar una tarea de un humano a una máquina. La excusa fue que en el momento que sucedió había pocas personas en el mercado y las operaciones estaban siendo realizadas, mayoritariamente, por algoritmos. Otro claro ejemplo fue la decisión que tomó la red social Facebook, al crear una herramienta para informarnos de las nuevas tendencias, al principio era un grupo de personas, pero al no tener congruencia se decía por dejarlo en manos de los algoritmos, qué pasó? Las máquinas no pudieron diferenciar las noticias falsas de las reales. Y como todo siempre hay un punto débil, en este caso sucede lo mismo con los algoritmos ya que pueden ser “hackeados” y obtener la información que guardan. Un caso de esto fue hace unos meses cuando un ciberataque se realizó a cuentas de Twitter, Spotify, Netflix, Airbnb, SoundCloud, Amazon y hasta diarios como The New York Times lo que provocó pérdidas de información y números de seguridad. Las cuentas fueron restablecidas horas más tarde. ¿Cómo combatir esto? Siempre existen medidas de seguridad que se pueden usar, así mismo se recomienda no dejar tareas sencillas a las máquinas en este caso a los algoritmos. Y más si requiere una percepción, decisión o razonamiento.
