Rodrigo Duterte, el puño de hierro en Filipinas

Decía Maquiavelo: “El fin justifica los hechos”, y esto lo ha puesto a prueba el presidente de Filipinas Rodrigo Duterte que algunos lo consideran un extremista por su uso excesivo de la ley para erradicar la corrupción en el asiático país. Duterte ocupó el cargo desde junio del 2016.

Rodrigo Roa Duterte nombre con el que nació en 1945, en plena ocupación estadounidense se graduó como abogado y fue fiscal auxiliar en Davao para después tomar posesión como alcalde de dicha ciudad.

Duterte se mantuvo en ese cargo por 22 años y siete administraciones federales y desde ese entonces fue llamado “El Castigador” por su política de cero tolerancia con la delincuencia. Dicha política se basa en la exterminación extrajudicial de los consumidores de drogas y criminales.

Derechos Humanos documentó más de mil 500 homicidios por el Escuadrón de la Muerte, grupo élite encargado de la seguridad de Davao; entre las víctimas resaltan: consumidores de droga, ladrones y niños de la calle. El primer mandatario resultó absuelto de estas acusaciones.

En otras leyes de las más importantes en su mandato como alcalde fue el de la prohibición de bebidas alcohólicas, poner cámaras de circuito cerrado, y el estricto control de velocidad de los automóviles, sumado a esto y la rápida respuesta de emergencia por el paso del tifón Yolanda, dieron como resultado una exitosa paz y orden en la seguridad de Davao.

Todos estos logros como alcalde lo llevaron hacer el primer mandatario del país de Filipinas en junio del 2016 y como era de esperarse aplicó la misma ley que lo caracterizó en Davao, “Cero Tolerancia”.

Entre las medidas extremistas que ya hemos citado, otra que ha utilizado es el de restablecer la pena de muerte por ahorcamiento dejando 3 mil 700 muertos y una reducción de la delincuencia de un 50%. Ante estas medidas extrajudiciales el país se retiró de la ONU formando otra organización internacional de aliados con China y países africanos. Casi 7 meses han pasado y su índice de aceptación es del 75% lo que nos indica que ¾ del pueblo está a favor de esta medida extremista.

La FP cita que la cifra de “muertes necesarias” es ya de 5 mil 800. Duterte menciona que se esperan más de 20 mil o 30 mil.

Y si bien esto es extremista ,fue algo que propuso en su campaña al mencionar, “Cuando sea presidente daré órdenes a la policía y al ejército de buscar a esa gente y matarlos a todos”, “olvidad las leyes de derechos humanos”, “voy a descuartizar criminales delante de ustedes si así lo desean” o “mataría a mis propios hijos si fueran drogadictos”. Entonces fue algo que propuso y la gente lo eligió y lo cumplió.

Así mismo otra ley de Duterte fue una recompensa de 2 millones de pesos por cada policía corrupto.

Algunos lo llaman Hitler filipino, para otros es un dios, lo cierto es que los resultados que ha dado han reducido la delincuencia pese a que sus medidas son extremistas. Juzgue usted ¿qué haría en su lugar?