¿Quiénes son los muxes, el tercer género que existe en el sur de México?

En la región de Istmo de Tehuantepec, en Oaxaca, en el sur de México, hay tres géneros: hombres, mujeres y muxes, que no te suene raro, esta tercera clasificación ha sido reconocida y celebrada desde la época prehispánica, y es difícil imaginar la vida sin muxes en esta región.

“Somos el tercer sexo”, añade una persona de la región, quien, a diferencia de otros, decidió cambiar el nombre masculino que le puso su familia al nacer y solo usa este apodo. “Hay hombres y mujeres y hay algo en medio. Y eso es lo que soy, dice la entrevistada.

Al observar a los diferentes muxes, no encontré mucho en común entre sus estilos, había muxes que, como mujeres del Istmo de Tehuantepec vestían los mismos trajes regionales.

Otros parecían preferir los vestidos de estilo occidental o la ropa de drag queen. Y había algunas prendas de vestir para hombres, mostrando su estado con solo un simple maquillaje y esmalte de uñas.

Esto es así porque el concepto de muxe solo existe aquí, en ducha región de Oaxaca, donde estas personas son una parte importante de la comunidad. Algunos dicen que se cayeron del bolsillo de Vicente Ferrer, el santo patrón de Juchitán, al pasar por la ciudad, lo que, según los lugareños, significa que nacieron con una estrella de la suerte.

Juchitán es famoso en todo México por sus mujeres fuertes y orgullosas. Algunos incluso lo llaman matriarcado, lo cual no es necesariamente correcto, pero las mujeres tradicionalmente manejan el dinero que los hombres traen a casa.

Los locales bromean diciendo que los hombres aquí tienen penes dulces o salados, lo que significa que son agricultores o pescadores. Las mujeres, por otro lado, deben vender lo que los hombres producen, y el mercado constituye sus dominios.

Por otro lado los mayates son hombres que tienen relaciones sexuales con muxes, pero no son muxes y no son considerados homosexuales. La división indígena tradicional de tres géneros como una forma de ser natural y tradicional ha inspirado a los colectivos LGBT en todo el mundo.
Según Miano Borruso, históricamente, los muxes no tenían por qué ser homosexuales. Hubo casos en los que eran heterosexuales, bisexuales o asexuales.

No obstante, todos los muxes con los que hablé en la vela se consideraban homosexuales o una mujer nacida en un cuerpo masculino. Algunos se transforman con terapias de hormonas e implantes.

Los muxes también han estado involucrados en la lucha por los derechos LGBT. Amaranta Gómez Regalado, un muxe de Juchitán, fue candidato local en las elecciones para el Congreso mexicano.

Sin embargo, el país también sufre una de las tasas más altas de delitos contra la comunidad LGBT en el mundo, con 202 personas asesinadas por homofobia entre enero de 2014 y diciembre de 2016, lo que equivale a uno cada tres o cuatro días.

 

Ser muxe es un género cultural, una función social y una identidad, a pesar de que algunos lugareños siguen discriminando a los muxes, y la comunidad muxe en general tiene menos oportunidades de estudiar y conseguir un empleo,.