Procrastinación: el trastorno de dejar las cosas para luego

Es muy común que al empezar una tarea pendiente e importante surjan diferentes distracciones que te hacen posponer la tarea para luego.

Este es un trastorno que se vuelve un hábito y que suele formar un círculo vicioso entre ansiedad y culpa que genera más ansiedad.

Procrastinar es el problema que surge cuando las personas se dejan llevar por cualquier distracción cuando debe de estar realizando una tarea prioritaria.

Esta palabra proviene del latín cras que significa mañana o adelante, que es precisamente la lógica que tenemos cuando posponemos una actividad.

En un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Calgary se descubrió que  más del 20% de la población sufre de este trastorno en su trabajo y obligaciones, de forma habitual.

Y aunque no se conocen las causas exactas de este comportamiento, algunos estudios sugieren que podría estar vinculado con una función del cerebro que se ocupa de la resolución de problemas en cuestión de tiempo.

Otras investigaciones también sugieren que se debe a un mal funcionamiento del sistema límbico, que es la parte del cerebro que se dedica a premiarnos por realizar lo que nos resulta más agradable frente a las tareas que son obligatorias.

La procrastinación no está reconocida como desorden clínico, y por lo tanto no existe ningún tratamiento estandarizado para este tipo de problema.

Pero según un estudio de la Universidad de Estocolmo este tipo de comportamiento se puede tratar con terapias que se usan para vencer trastornos como el síndrome postraumático.

Debido a que aplicando estas terapias comprobaron que las personas que se consideraban “procrastinadores crónicos” en unos meses ya habían controlado el comportamiento y ya eran mucho menos propensos a postergar sus tareas.

Los autores del estudio aseguran que estas terapias sólo deben ser aplicadas a personas que sufren del comportamiento involuntario, algo impulsivo a lo que no pueden resistirse.

Este problema puede llevar a los pacientes a sufrir de ansiedad o incluso depresión por no tener la capacidad de terminar sus tareas.

Pero existen personas para las que procrastinar no es causa de ningún problema serio de salud y que incluso son capaces de encontrar la manera de inspirarse para resolver sus tareas pendientes.