“Perdón, no tengo Facebook”

Hoy en día existen 3 tipos de personas, las que tienen redes sociales, las que tuvieron pero cerraron sus cuentas y las que nunca han tenido, y no lo piensan hacer.

A veces, no muy seguido, alguno de tus contactos de Facebook decide desertar y cerrar su cuenta. “Cerrar el changarro” como dicen algunos. De algún modo percibimos la decisión como un acto de valentía, un gesto admirable y digno de ser secundado pero también es inevitable pensar eso de “pobres tipos, ahora no se van a enterar de nada”.

Y por otro lado, la última resistencia: gente que jamás ha usado Facebook, por ejemplo. No son héroes anti redes sociales ni bichos raros, simplemente no les apetece abrirse una cuenta.

Aunque Después de los escándalos, vivir sin redes sociales empieza a ser visto como algo sensato.