Nuevo León debe aprender a vivir con sequía: advierten especialistas

Los nuevoleoneses están a la espera de un huracán o una tormenta que en las próximas semanas resuelva la crisis hídrica actual, pero, aún si las lluvias llegan, es importante que no bajen la guardia porque la sequía no es un fenómeno pasajero y exige un cambio de actitud, advirtieron especialistas.

Durante el Foro Reto Histórico: Agua para Nuevo León, Rosario Sánchez Flores, investigadora del Instituto de Recursos Hídricos de Texas; Víctor Hugo Guerra Cobián, jefe del Centro Internacional del Agua de la UANL; Aldo Iván Ramírez Orozco, profesor-investigador del Tec de Monterrey, y Juan Ignacio Barragán, titular de Agua y Drenaje, advirtieron que las condiciones de calor y sequía seguirán en aumento y tanto autoridades como población deben estar preparadas para ello.

Sánchez expuso que la Cuenca del Río Bravo, a la que pertenece Nuevo León, es la de mayor estrés hídrico en el mundo y las condiciones ya no volverán a ser las que eran antes de la crisis actual.

“Aquí viene la pregunta, ¿esto va a pasar?”, cuestionó.

“De una vez les digo la respuesta a esa pregunta: no vamos a regresar a la condición que teníamos, ésa es la nueva normalidad”.

Guerra y Ramírez coincidieron por separado en que un huracán en la época de lluvias no resolverá el problema.

“Si viene un huracán bienvenido y todo lo demás”, señaló Ramírez, “pero tampoco podemos estar rezándole a que venga un huracán, tenemos que estar preparados”.

Durante su participación, Sánchez dijo que traer agua de otras cuencas a mucha distancia no es la solución al problema y planteó la necesidad de poner límites al crecimiento, de fomentar la reforestación y de otorgar incentivos positivos para que la gente reduzca su consumo.

Guerra expuso que la UANL está por plantear varias propuestas, entre ellas un plan de manejo para el Río Pesquería y un proyecto para reconvertir la presa Rompepicos para que permita la infiltración y recarga de mantos.

“Por mucho tiempo hemos visto que el agua pluvial la tenemos que captar, conducir y desalojar inmediatamente”, dijo.

“El cambio de paradigma es: la capto, la retengo, la infiltro, la descontamino, la aprovecho y la dispongo”, detalló.

Ramírez destacó la necesidad de optimizar el manejo de las cuencas, fomentar el reuso y reducir la demanda aunque se incremente la oferta de agua con otras fuentes.

Barragán adelantó que implementarán un programa de incentivos para la instalación de equipos ahorradores en las casas.