La miel del Himalaya, por la que muchos están dispuestos a perder la vida

Cerca de las cumbres de las montañas del Himalaya en una cruda región vive la mayor abeja productora de miel del mundo, cuyo tamaño puede alcanzar los 3 centímetros de longitud, llamada científicamente Apis Laboriosa.

Esta abeja es capaz de crear una miel alucinógena, que es una sustancia viscosa de color rojizo que posee fascinantes propiedad psicoactivas muy apreciadas por los habitantes de Nepal.

Las colmenas de estas abejas se encuentran ubicadas en las caras de los acantilados a alturas superiores a los 2,500 metros de altura, los aventureros que arriesgan su vida para conseguir el preciado manjar deben escalar hasta allí para llegar a la preciada miel psicodélica.

Las abejas del Himalaya elaboran distintos tipos de miel, que se recolectan en primavera y otoño; en la primavera, cierto tipo de toxinas que contienen las flores crean la miel psicotrópica roja que produce un efecto similar al de la marihuana potente, da una sensación de relajación, mareo agradable y hormigueo y es más cotizada pues se cree tiene efectos más fuertes que la de otoño.

Se cree que esta miel tiene la capacidad de ayudar a personas con diabetes, rendimiento sexual deficiente, hipertensión y demás enfermedades y los hombres de mediana edad también la utilizan porque se cree posee propiedades afrodisíacas y que ayudan a tener un mejor rendimiento sexual.

Los habitantes de Nepal también suelen utilizarla como antiséptico, medicamento contra la tos o para aliviar dolores diversos.

La miel se vende en el mercado negro por un precio que oscila entre los 50 y los 70 euros por 450 gramos.

Las colmenas que sostiene toda esta ‘miel loca’ como comúnmente se conoce pueden contener hasta 60 kilos de miel cada una.

A consecuencia del turismo y determinadas políticas gubernamentales que conceden privilegios de cosecha a personas que no lo hacen de forma sostenible, la población de las abejas ha ido disminuyendo considerablemente.