Existe otra cosa que es capaz de sobrevivir a una explosión nuclear, además de las desagradables cucarachas y es la gloriosa y espumosa cerveza.

Esto no es un descubrimiento nuevo, se sabe desde 1957 cuando Estados Unidos autorizó un experimento para descubrir si la cerveza se vería afectada por la radiación de una bomba atómica. En esa época había una gran tensión nuclear.

Al estudio se le llamó «El efecto de las explosiones nucleares sobre las bebidas envasadas comercialmente».

En él se pusieron unas latas de bebidas en el lugar donde se detonó una bomba. Había botes en diferentes distancias con el fin de averiguar el tipo y gravedad del impacto y conocer si esas bebidas podrían seguirse utilizando.

La cerveza resistiría la radiación de una guerra nuclear

 

Y no, no es dañino beber una cerveza en caso de emergencia.

El resultado del experimento arrojó a las botellas más cerca del impacto como las más contaminadas pero sin riesgo al beberlas.

Entonces de comprobó que la cerveza es capaz de resistir entre 20 y 30 kilotones de explosivo nuclear, así que los expertos señalaron que la radiación que contenían las latas estaba en los límites de lo permitido para TOMARSE EN CASO DE EMERGENCIA.

 

Existe otra cosa que es capaz de sobrevivir a una explosión nuclear, además de las desagradables cucarachas y es la gloriosa y espumosa cerveza.

Existe otra cosa que es capaz de sobrevivir a una explosión nuclear, además de las desagradables cucarachas y es la gloriosa y espumosa cerveza.