La actividad física facilita el aprendizaje de un nuevo idioma

Estudiar un segundo idioma se ha vuelto sumamente importante para obtener un puesto de trabajo o poder viajar al extranjero, pero cuando las personas son adultas es más difícil aprenderlo.

Una reciente investigación descubrió que practicar alguna actividad física durante se aprende un idioma amplía la capacidad de memorizar, retener y entender un vocabulario nuevo.

Estas investigaciones aportan nuevas pruebas de que para estimular la actividad mental hay que mover el cuerpo.

Los científicos creen que el ejercicio altera la biología del cerebro en formas que lo hacen más manejable y receptivo a información nueva, este proceso se llama plasticidad.

Cuando empieza la etapa de la adultez, el cerebro comienza a perder algunas de las capacidades innatas para el lenguaje, por lo que para la mayoría es mucho más complicado aprender un segundo idioma después de la infancia.

Para comprobar los efectos del ejercicio en el cerebro a la hora de aprender un nuevo idioma, se realizó un ejercicio con 40 hombres y mujeres de edad universitaria, se dividieron en dos partes una mitad aprendía mientras se ejercitaban la otra mitad no.

Los resultados sugieren que el aprendizaje mejora cuando se combina con actividad física, va más allá de mejorara la memorización, mejora la habilidad para usar las nuevas palabras aprendidas.

Muchos otros estudios previos han demostrado que el ejercicio libera varios neuroquímicos en el cerebro que aumenta el número de células cerebrales y las conexiones entre las neuronas, estos efectos aumentan la habilidad de aprender.

Esta investigación nos hace llegar una vez más a la conclusión de que sentarse durante varias horas no es la mejor forma de aprender.