Escribe Hugo.

El sonambulismo es un trastorno del sueño que ocurre mayormente a niños de 5 a 12 años, sin embargo también puede presentarse en adultos y jóvenes.

El cerebro de una persona bloquea las áreas motoras (encargadas del movimiento del cuerpo) mientras las áreas del sueño se activan; Un sonámbulo es incapaz de bloquear su área motriz por lo que al tener ambas áreas activas el cuerpo de la persona se mueve pero su mente sigue enclaustrada en el sueño.

 

Es un mito la forma en la que el sonámbulo se hace presente, con los ojos cerrados y los brazos extendidos hacia en frente, ya que realmente un sonámbulo camina normal y con los ojos a veces a medios a abrir o completamente abiertos, inclusive puede llegar a hablar palabras en la mayoría de los casos sin sentido y hasta contestar preguntas aunque no lo hagan de la manera correcta.

Los episodios de sonambulismo puede durar de 5 a 10 minutos, habiendo raros casos en donde pueda durar un poco más, que ya se habla de casos extremos que requieran de una intervención tanto médica como psicológica.

 

Los sonámbulos no pueden por sus propios medios hacer cosas que requieran demasiado esfuerzo, por lo que es imposible que puedan realizar actos como irse en un coche o matar a una persona, lo que si pueden es hacerse daño a si mismos ya que es importante recordar que van dormidos, por lo que pueden golpearse con algo como una pared, algún pilar, o caer de algún escalón, sin embargo son accidentes que incluso pueden pasar despierto.

Existe también otro mito muy popular que habla sobre lo peligroso o inclusive hasta letal que puede ser despertar a una persona con este padecimiento, argumento que está muy lejos de la verdad, lo que sí puede suceder es que al despertar a un niño con sonambulismo este sufra un gran susto al despertar, cosa que puede pasarle a una persona dormida normalmente si es despertada de golpe, ya que los sonámbulos no saben donde o que hacen, ellos se sienten dormidos.

Lo mas recomendable en esta situación es acompañar al sonámbulo de vuelta a la cama ya sea con pequeños empujones y hablándole en voz muy baja durante el trayecto de vuelta.

Si el trastorno se presenta en niños, conforme crezca su desarrollo le permitirá ir disminuyendo los episodios de sonambulismo, por lo que solo es cuestión de esperar, en caso de superar la edad límite (12 -13 años) es posible que la persona no cumple con un pleno funcionamiento cerebral, por lo que debe ser tratado médicamente.