Electrocéuticos ¿Será a caso el fin de las pastillas?

¿Qué es la Electrocéutica?

Gracias al descubrimiento del Luigi Galvani a mediados del siglo XVll donde expuso que los músculos y nervios reaccionan con la electricidad, idea una terapia para aliviar los dolores llamada electrocéutica.

Cuando el medicamento no puede obligar a las células a producir insulina en el páncreas, y no puede ensanchar las arterias para disminuir la presión sanguínea, un impulso eléctrico sí puede. Ese impulso nervioso con forma de onda apropiada al lenguaje del sistema nervioso es absorbido por la célula enferma.

El dolor como ya habíamos mencionado en otro post es una alerta de nuestro cuerpo hacía algo mal que sucede en nuestro cuerpo y por lo tanto necesitamos poner atención en eso, si bien sentir dolor no es del todo malo si es molesto, porque a como va agravándose el problema más dolor sentimos.

Problemas psicológicos

 

En estos casos se utiliza la Terapia Electroconvulsiva (TEC).

La terapia electroconvulsiva (TEC) utiliza una corriente eléctrica para tratar la depresión y otras enfermedades mentales.

Descripción

Durante la TEC, la corriente eléctrica provoca una convulsión en el cerebro. Los médicos creen que la actividad convulsiva puede ayudar al cerebro a “reconectarse” a sí mismo, lo cual ayuda a aliviar los síntomas. La TEC generalmente es segura y efectiva.

Problemas musculares

 

Para este fin contamos con muchas técnicas, pero sin duda la más conocida y utilizada es la aplicación de corrientes que alivian el dolor.

El TENS (La estimulación eléctrica transcutánea nerviosa) es el principal método para aliviar algún dolor muscular utilizados por los kinesiólogos.

Aliviar el dolor mediante un mecanismo que ocurre en nuestra médula espinal.

Descripción

El TENS es una estimulación eléctrica que se aplica mediante electrodos en la piel, capaz de producir una inhibición del dolor. Podemos decir que predomina la vía del tacto bloqueando la del dolor, por lo que no alcanzamos a percibirlo.

Para curar la enfermedad no intentamos manipular el sistema nervioso central (el cerebro y la médula espinal) con impulsos eléctricos, sino que actuamos sobre nervios periféricos, el nervio vago.