Desde el vinilo hasta la nube Haciendo un poco de historia, una de las formas comerciales más exitosas del mercado musical fue la venta de discos de vinilo, la cual inició en 1888 gracias a Emile Berliner y duró vigente casi 100 años, ya que surgieron en los 80s y 90s el cassette y el disco compacto o CD, los cuales reemplazaron por completo el mercado de los discos de vinilo o de acetato y lo dejaron solo en el mercado de colección. Las apuestas por el disco compacto eran demasiado altas, y ésta tecnología arrasó con el cassette, el VHS, el diskette, entre otros intentos más de hacer portátil ya no solo la música, pues también entraban en el juego los documentos, fotos y videos que las computadoras de casa y oficina solían almacenar. Eso no podía ofrecerlo un disco de vinilo o un cassette, y de ser así era necesario equipo demasiado complejo el cual era mercadológicamente imposible de vender en masa, ya que sus costos eran extremadamente elevados en comparación con todo lo que necesita un lector de discos compactos. A mediados y finales de los 90s con a aparición de nuevos formatos como el MP3 y DVI ya era posible no solo ver una película en un disco, por ejemplo Disney ya vendía discos DVD con hasta 4 películas, y no se diga de la piratería la cual podía darte la opción de hasta 8 películas en un solo disco gracias al mp4, sin importar la calidad, ésta cantidad de información era imposible de almacenar en un VHS comercial. Luego del CD, intentaron entrar en el mercado nuevas ideas de almacenamiento como: EL MINI DISK EL .ZIP Hasta que en el año 2000 una amenaza silenciosa entró en el juego y poco a poco le fue quitando su lugar al disco compacto. La memoria flash de USB, fue la encargada de desplazar por completo todos los discos, con todo y caja, fuera de las casas, pues ahora era posible tener más de mil canciones en un solo aparato pequeño. En caso de no almacenar música, de coleccionar libros por ejemplo, ahora era posible tener no solo un libro si no 8 bibliotecas enteras (en el caso de 8Gb) o hasta más en un dispositivo pequeño. Ahora a 17 años de la salida la memoria de USB ya existen otras alternativas más pequeñas que amenazan con darle el mismo destino que al disco compacto, por ejemplo, la NUBE, que consta de abrir una cuenta (tal como si fuera una cuenta de correo electrónico) la cual nos da acceso a una “carpeta virtual” en donde almacenar archivos y documentos extra que pueden estar ocupando espacio importante en nuestros celulares y computadoras. Esta carpeta en internet puede agrandar su espacio dependiendo de la mensualidad o anualidad que cada usuario pague, eso, combinado con el hecho de que esto permite que se realicen tecnologías más avanzadas ya que el problema del espacio de almacenamiento de información (que normalmente era un notable porcentaje) está disponible para poder hacer mejoras a los demás componentes. Al igual que en la industria musical, los datos e información no necesariamente musicales han pasado por algunas de estas soluciones de almacenamiento, solo que debido a que su reproducción siempre ha sido por computadora, sus aparatos lectores de información también han pasado por una gran evolución, pasando también por el disco compacto, la memoria usb, así como otros que han venido después. Aunque el problema parece resuelto por arte de magia, la verdad es que existen componentes físicos los cuales contienen dicha información, de hecho básicamente al acceder a una cuenta en la nube estas “rentando” espacio a estas empresas, espacio el cual tiene lugar en uno de los tantos ranchos de almacenamiento de empresas como GOOGLE: ¿Te imaginas cómo será la tecnología de almacenamiento en 10 años?
