Crecer con una mascota tiene muchos beneficios

Crecer con un perro sirve para enseñar valores fundamentales, como los conocimientos básicos sobre la vida y la muerte, el crecimiento, la reproducción, la salud, el dolor, las enfermedades, la higiene y la alimentación.

De acuerdo con un estudio realizado en el Hospital Universitario de Kuopio, en Finlandia, los niños que crecen con un perro, al menos durante el primer año de su vida, son menos propensos a enfermedades respiratorias e infecciones.

Otro de los beneficios es que puede ayudar a los hermanos a ser más unidos, ya sea por el simple hecho de jugar juntos con él, de amarlo o hasta el compartir responsabilidades.

Un estudio publicado en Clinical & Experimental Allergy, los niños que crecen cerca de los perro son un 50% menos propensos a desarrollar alergias y asma.

Crecer con un perro ayuda a los niños a aprender habilidades sociales, controlar sus impulsos, e incluso mejorar su autoestima.

Cuidar de una mascota cada día es una manera de enseñar a un niño responsabilidades, alimentarlo, limpiarlo y cuidarlo es un honor que requiere trabajo.

No solamente es bueno para el niño, si no que servirá para desarrollar su carácter y habilidades sociales.