¿Por qué el Cáncer de Páncreas es el más mortífero?

Sin dejar de fuera a los demás tipos de cáncer, el de páncreas se puede considerar el más mortal. Según las estadísticas es el cáncer por las que más personas han fallecido.

Pero ¿por qué es tan mortífero este tipo de cáncer?

Pudiéramos pensar que la respuesta está en el mismo órgano del páncreas, pero no es así. El problema viene de los daños colaterales que afectan a otros órganos como producto del cáncer pancreático.

El páncreas es un órgano de unos 18 centímetros de longitud que excretan enzimas y hormonas tales como la insulina. Situado en el interior del cuerpo, los doctores no pueden detectar la presencia de tumores mediante palpación. Además, tiene la peculiaridad de seguir funcionando con semi-normalidad incluso cuando existe un tumor creciendo en su interior. Por esta razón, los síntomas de este cáncer que incluyen: ictericia (piel amarilla a causa de la acumulación de toxinas), dolor abdominal y de espalda, náuseas y pérdida de peso, no suele detectarse hasta que la enfermedad se encuentra en etapas avanzadas. En consecuencia, el diagnóstico llega tarde muchas veces y ya no se peude hacer nada.

Además el páncreas se encuentra ubicado en un lugar de encuentro de varios órganos cruciales, por lo que muy a menudo, cuando se advierte la presencia del tumor, este ya se ha extendido al hígado, la vesícula biliar o el intestino, lo cual hace inviable la intervención quirúrgica.

Cuando los doctores identifican a un tumor de páncreas que aún no se ha deslocalizado, pueden extraerlo con buena parte del órgano excepto la región encargada de producir insulina. Aunque desafortunadamente, en el 85% de los casos el cáncer retorna después de la cirugía.

La mayoría de los pacientes a los que se les diagnostica cáncer de páncreas, mueren principalmente de fallo hepático después de que el tumor se haya extendido al hígado.